lunes, 10 de marzo de 2014

¿ Es malo tener mala suerte, o es mala suerte ser malo ?

Este capítulo que he leído trata del encuentro en un bar de dos amigos, los cuales deciden tomarse unas copas como cualquier persona podría hacer. Pasan las horas y siguen bebiendo hasta que llega la hora de cerrar el bar, por lo que ambos deciden poner punto y final a su encuentro y ponerse en marcha hacia sus respectivas casas. Es en este instante cuando se produce un punto de inflexión en la historia, si bien debemos destacar que llevaban unas cervezas de más. Bell llega a casa sin problemas, se acuesta en su cama y al día siguiente despierta con la correspondiente resaca, pero Haig no corrió la misma suerte. Él atropelló a un joven que se le cruzó por la calle, y Haig no tuvo suficiente tiempo para frenar, provocando la muerte del susodicho. Al día siguiente se levanta entre rejas, teniendo la misma resaca que su amigo Bell. Por el atropello es condenado a prisión. 

Llegados a este punto, en mi cabeza se plantea un breve dilema. Haig y Bell estaban exactamente igual, habían bebido lo mismo, pero al primero la fortuna no le acompañó y un joven se le cruzó mientras conducía. Podía no haberle ocurrido a él, y sí a su amigo, pero alguien o algo no quiso que eso sucediese. Veo coherente que entre en prisión, pues ha matado a un joven, pero tanto él como Bell tenían la misma responsabilidad porque los dos habían tomado copas, porque los dos habían conducido estando borrachos, porque la suerte no siempre acompaña a las mismas personas. Personalmente, creo que los dos ponen en peligro la vida de las personas, por lo que deberían ingresar en la cárcel. No hay que sancionar por lo ocurrido, sino sancionar para prevenir lo que pueda suceder y evitar las consecuencias inevitables que suceden en tales casos, y no con una sanción económica para Bell. 

En una segunda parte del capítulo se muestra la mala suerte de nacer en una familia o en una situación ya de por si mala. En mi opinión, cada cual debe saber formarse como buena persona dentro de lo posible a pesar de el grado de maldad de la situación o del entorno que le rodea. No es justo que se le acuse a una persona por la personalidad, pues ésta nos toca, y no podemos hacer más que intentar ser mejor. La intención es lo que cuenta.

1 comentario:

  1. Buenas Julia!
    Me he decidido a comentar tu entrada porque has entrado con el hilo de la historia directamente y me ha enganchado al instante.
    Es obvio, que la actitud de Heig y Bell, al tomar la decisión de conducir borrachos era mala y si ellos decidieron eso debían asumir las hipotéticas consecuencias que podían ocurrir.
    ¿Es justo que Heig sufra remordimiento por matar a una persona y vaya a la cárcel teniendo las mismas posibilidades que su amigo?
    Bueno,hay veces que las más diminutas diferencias pueden cambiarte la vida. (vivir en otra dirección,salir un minuto más tarde que Bell)
    La mala suerte no podemos evitarla,sea justo o no lo sea.
    En cuanto a la segunda pregunta de la pregunta del titulo del capitulo y la segunda parte de tu articulo, coincido con nuestra amiga Julia, no podemos elegir nacer en un país con peores circunstancias o mejores que otro, ni nacer en una familia rica o pobre, o ser mas guapo mas feo,mas inteligente mas tonto, eso no esta en nuestra mano, simplemente es azar, pero lo que si podemos cambiar es elegir ser malo o no, personalmente independientemente de la personalidad heredada si tomamos conciencia de nuestro carácter y nos damos cuenta de nuestros errores más relevantes,podemos entonces decidir si ser malas o buenas personas.

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